El aislamiento social y su repercusión en la calidad del aire a nivel mundial.

 A medida que avanza la pandemia de coronavirus las actividades humanas paran, las calles y autopistas se ven desiertas y a su vez muchas fábricas cierran replicándose estas situaciones a lo largo de todo el mundo.  El gran beneficiado con esta situación es el medio ambiente y especificamente la calidad del aire.  El descenso de la cantidad de desplazamientos en vehículos a motor, la disminución de la producción industrial  y del consumo implica menos contaminación, aguas más limpias y cielos más claros. Algunos países que pudieron constatar cambios posistivos en la calidad del aire son: China, España e Italia. En China el promedio de días sin contaminación atmosférica aumentó en un 21,5% en comparación con las mismas fechas del año anterior, según un informe del Ministerio de Ecología y Medio Ambiente de China, además imágenes de satélite publicadas por la Nasa y la Agencia Europea muestran una reducción drástica de las emisiones de dióxido de nitrógeno en las principales ciudades. 

En España según los datos del consistorio de Madrid, la ciudad ha reducido considerablemente los niveles de contaminación atmosférica y según el Sistema de Vigilancia de Calidad de aire del Ayuntamiento de Madrid durante los primeros días de confinamiento los cinco distritos de la ciudad de Madrid cuentan con medidas catalogadas dentro del rango de "muy bueno" del índice de calidad del aire. En Barcelona por otra parte, los datos de la Generalitat indican que las concentraciones de dióxido de nitrógeno se redujeron a la mitad tras sólo tres días de confinamiento.  

Italia  por su parte  también se pudo constatar que los confinamientos producidos en los últimos tiempos se tradujeron en una mejora drástica de la calidad del aire  según lo revelan los datos del satélite Sentinel 5P.

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